A principios de los 90’s, Jeffrey Dahmer, conocido como “El Caníbal de Milwaukee”, empezó a hacer realidad sus más perturbadoras fantasías a través de una serie de crímenes que cobraron la vida de 17 jóvenes a quienes les hizo cosas terribles y hasta quiso convertirlos en zombies.

En abril de 1999, Eric Harris y Dylan Klebold, dos jóvenes estudiantes de la preparatoria Columbine, planificaron y ejecutaron uno de los tiroteos más letales ocurridos en un centro educativo de Estados Unidos hasta ese momento. Hoy les voy a contar el caso de la masacre de Columbine.

Al inicio de los años 2000, una ola de homicidios se desató en México, ¿lo curioso del asunto?, es que todas las víctimas eran ancianas y los testigos afirmaban que un hombre travestido era el culpable. Este es el caso de Juana Barraza, “la Mataviejitas”.

En noviembre de 1984, el destino de Lisa McVey cambió para siempre al convertirse en la sobreviviente y parte fundamental de la captura de un terrible criminal que pasaría a la historia como el Violador de los anuncios clasificados.

En agosto del 2021, un insólito hecho estremeció Bolivia: el hallazgo de 5 extremidades, pertenecientes al joven Anakín Tancara, destapó un cruel y despiadado crimen que en realidad fue cometido por una presunta prueba de amor.

En la década de los 80’s, una ola de asesinatos estremecieron la Unión Soviética, pues Andréi Chikatilo tenía en secreto una doble vida: por un lado era un padre de familia ejemplar y por otro era un despreciable asesino en serie, que encontró placer asesinando a 53 personas, para luego consumir algunas de sus partes, ganándose el apodo de “El Carnicero de Rostov”.

En abril de 1989, una ciudad de México se vio teñida de sangre con un trágico suceso: Claudia Mijangos, una mujer hermosa con una familia perfecta, estabilidad financiera y 3 hijos preciosos, cometió un atroz crimen que marcó su vida para siempre, aparentemente guiada por las voces de ángeles y demonios que la convirtieron en la “Hiena de Querétaro”.

El 16 de mayo de 1980, en Minnesota, Estados Unidos, comenzó el verdadero infierno para Mary y Beth Stauffer: madre e hija respectivamente. Ambas fueron secuestradas durante 53 días por un sujeto que arrastraba un resentimiento por años, e incluso ya lo había intentado en otras 4 ocasiones.

Dee Dee, una madre abnegada, había dispuesto su vida entera a cuidar de su pequeña hija Gypsy quien padecía de leucemia, distrofia muscular y una larga lista de enfermedades, hasta que el inexplicable deceso de Dee Dee y el presunto secuestro de su hija Gypsy, destapan la oscura historia que había detrás de esta ejemplar madre y su indefensa hija.